Los primeros instrumentos de la historia
Si los primeros instrumentos musicales se remontan al Paleolítico significa que los Homo Sapiens Sapiens ya disponían de sus propios utensilios sonoros para expresar el arte de la música.
En pocas palabras, nuestros antepasados prehistóricos ya tocaban algunos instrumentos aunque sus fines estuvieran alejados de los actuales.
En su mayoría, su uso se guardaba para las ceremonias de hechicería para aislar los malos espíritus o querer propiciar la lluvia en períodos de sequía. Por otro lado, los materiales que utilizaban para construir sus instrumentos eran de origen vegetal y animal para más adelante usar la piedra, la madera y el cuero.
Es precisamente en estos tiempos antiguos cuando el hombre empieza a desarrollar su sentido más artístico y siente la necesidad de expresarse a través de la música haciéndolo con los pocos utensilios que alcanza en esos momentos. El hombre primitivo se defiende bastante bien con lo que la naturaleza le ha dado, golpear el suelo con el pie o dar palmadas son los recursos más utilizados para crear la música que acompaña a los movimientos corporales o danzas.
A finales del Neolítico nacen las primeras culturas bajo las civilizaciones fluviales de Mesopotámia y Egipto. Estas serán las creadoras de instrumentos que, poco perfeccionados, son utilizados todavía hoy en día. Pronto, las civilizaciones asiáticas de Persia, India y China añadirán su granito de arena a los primeros instrumentos de la historia, sin olvidar, por supuesto, la Grecia clásica.
Los instrumentos más primitivos son el resultado de querer producir efectos sonoros utilizando para ello instrumentos de percusión. El sonajero, construido a base de llenar con semillas o bolitas de arcillas una calabaza vacía, es de los más antiguos. Este instrumento del Neolítico tenía un gran uso en sesiones de hechicería o en ceremonias religiosas y aparte de una calabaza se podía utilizar cualquier base, como una cáscara de coco, que diera lugar a ese ruido característico que suelta hoy en día una maraca, quizás el ejemplo más claro de sonajero que se propagará por Egipto, la India y estará presente en Grecia. Muy ligado a la familia de los sonajeros está el sistro, un instrumento en forma de U constituido por unas barras cruzadas donde colgaban unas placas metálicas que producían un sonido que recuerda el de las campanas. Muy presente en la práctica musical egipcia, este instrumento hacía acto de presencia durante las ceremonias religiosas y en los eventos de carácter más popular. Se fabricaba de distintos materiales y tamaños para conseguir así una gran variedad de sonidos.
Otro instrumento rey de la percusión en esos inicios de la historia de los instrumentos es el crótalo. Considerado el antecesor de las castañuelas estaba compuesto por dos tablillas alargadas de madera o de marfil y unidas por la base. Estos platillos tan antiguos ya aparecen pintados en los numerosos bajorrelieves que han llegado hasta nosotros y que corresponden a las civilizaciones mesopotámica y egipcia.
De la antigua China nos han llegado las campanas, un instrumento musical que data del primer milenio a. de C. y aunque las más corrientes son las de metal también encontramos campanas fabricadas con madera o con caparazones de tortuga.
La mayoría de estos instrumentos prematuros tenían una función mágico-religiosa y el tambor fue uno de ellos. Sus inicios deben buscarse también en el Neolítico y los primeros tambores estaban hechos con una calabaza pero pronto se utilizó la piel tensada como membrana y como base tierra cocida o madera.
Un instrumento tan curioso como antiguo es el rhombo. Está formado por una tabla que cuelga de una cuerda atada a un bastidor que sirve para hacerla girar, produciendo un zumbido musical. Este instrumento de viento es muy rudimentario y sus creadores vivieron en la era del Paleolítico, quienes apañaron también las primeras flautas hechas de hueso. La flauta, desde siempre atribuida a fines mágicos, ha acompañado musicalmente a la mayoría de los pueblos de los tiempos más remotos. Hecha de metal, de bambú o de cuerno de animal, cada civilización ha diseñado su modelo y hasta en nuestros días existen una gran variedad de flautas. Las denominadas de pan, por ejemplo, aparecen por primera vez en la China antigua. Formadas por un conjunto de tubos desiguales, se caracterizan por su único orificio en la parte superior donde el músico coloca los labios.
Otro instrumento de viento, el clarinete, le debe sus orígenes a los egipcios donde el formato doble, constituido por dos tubos con lengüeta que sonaba al unísono, tuvo un gran éxito y no tardó en propagarse por la cultura árabe y más tarde por Europa. Precisamente de las civilizaciones fluviales del tercer milenio antes de nuestra era provienen la mayoría de los instrumentos de viento como el oboe y la trompeta. De este último se encontraron modelos hechos de bronce o de plata en las tumbas del faraón Tutankamon en Egipto.
No podíamos dejar los instrumentos de viento más antiguos sin hacer referencia a los primeros órganos. Así, los de boca proceden de la China del tercer milenio a. de C. y los órganos tradicionales aparecen en Egipto. Este grandioso y aparatoso instrumento se extendió rápidamente para convertirse en uno de los más prestigiosos de la sociedad occidental.
Por último, de los instrumentos de cuerda que vagaron por la historia del mundo antiguo encontramos el arpa, uno de los más antiguos que se conocen. Deriva directamente del arco musical que fue el precedente del arco de caza. Por eso, las primeras arpas eran arqueadas y dieron lugar más adelante al arpa angular importada por el pueblo asirio a Mesopotámia. Al igual que el arpa, la lira hace su acto de aparición en Mesopotámia. Las liras encontradas en las excavaciones arqueológicas junto a las tumbas reales de esta civilización eran tan grandes que se tocaban entre dos músicos. Se une a estos primitivos instrumentos de cuerda, el laúd, originario de Mesopotámia aunque es uno de los instrumentos que más se ha expansionado y está en casi todo rincón de mundo.
Existen, por supuesto, muchos más instrumentos primitivos. Imagínense por un momento todas las civilizaciones que datan de antes de nuestra era y que cada una de ellas no ha hecho más que perfeccionar, siglo tras siglo, estos instrumentos musicales históricos a los que la música les debe parte de su vida.
Una flauta, el instrumento musical más antiguo del mundo
Las
cuevas alemanas de Hohle Fels se están revelando como una fuente de
abundantes datos sobre la tradición cultural del Paleolítico. Si hace
un mes nos sorprendían con el hallazgo de unas Venus, las piezas de arte figurativo más antiguas hasta la fecha,
ahora dan cuenta de un nuevo descubrimiento: el instrumento musical más
antiguo del mundo. Se trata de una flauta de cinco agujeros, tallada en
el hueso de un buitre leonado, y de los fragmentos de dos flautas de
marfil, de hace 35.000 años. Aunque ya se habían hallado objetos
similares del periodo, ésta es la primera vez que se reconstruye por
completo un instrumento. Ahora, los científicos están tratando de
averiguar cómo sonaba la flauta.
La investigación, elaborada por científicos de la Universidad de Tubinga y publicada en Nature,
demuestra que la música desempeñaba un papel importante entre los
primeros humanos modernos de Europa. Así, en la misma región del
suroeste alemán hay ya tres yacimientos donde se han encontrado flautas
similares.
Aqui mas fotos de los primeros instrumentos del mundo:
LA MUSICA PREHISPANICA
De la importancia de la música, en el México Prehispánico, no existe duda alguna! Existen numerosos testimonios en crónicas, códices y pinturas murales y decenas de excavaciones que dieron luz a numerosos instrumentos musicales. Los materiales que se utilizaban por su creación fueron madera, barro, huesos, caracoles, plantas, semillas. Se encontraron numerosos objetos que dan cuentas de la variedad de instrumentos musicales que se utilizaban.La investigación de las culturas musicales en Mesoamérica se basa en el estudio de una gran cantidad de artefactos sonoros y de representaciones en las artes, que manifiestan un empleo ritual de la música y la danza.
Los orígenes de las postizas se pueden remontar a la prehistoria de la raza humana; considerando que uno de los medios de expresión artística del hombre primitivo es el baile rítmico, se podría proponer que algún tipo de "postiza" fuera uno de los primeros instrumentos musicales, entre otras cosas por su extremada sencillez y forma de poder marcar el ritmo. Las "postizas" o castañuelas primitivas se encuentran en, prácticamente todos los continentes.
En
nuestra Península Ibérica el referente más antiguo de las postizas es
la "crusmata ibérica", que estaba formada por dos piezas de madera, dos
grandes vieiras, o simplemente dos piedras planas, que al chocarlas
entre sí producían un armonioso sonido. Los músicos y bailarines que
las tocaban las sujetaban entre los dedos y la palma de su mano,
mediante unos cordones que atravesaban dos agujeros.
Es
cierto que, casi todo el mundo le denominaría a nuestras "postizas"
castañuelas, sin embargo son ligeramente diferentes. Las postizas son
más abombadas y ahuecadas, consiguiendo con ello un sonido mucho más
fuerte y grave. La castañuela española, a diferencia de lo ocurrido en
otros paises, es la única que ha evolucionado y cambiado a través del
tiempo. Bailarines y músicos la han ido adaptando a las necesidades de
la buena ejecución de los sones y danzas de su tierra.
Las
postizas se componen de dos partes: el macho y la hembra. La hembra
tiene el tono más alto que el macho, empleándose ésta para repiquetear
.
El material con se confeccionan las postizas es la
madera. En Murcia, la madera más empleada para ello suele ser la de
jinjolero, aunque también se pueden confeccionar de maderas duras tales
como el pino, el nogal, o el roble.
Son, sin lugar a
dudas, las postizas las que le confieren un carácter identificativo a
los ritmos de nuestras danzas y sones, resultando muy atractivas para
aquellos que no han sentido nunca su sonido tan especial.
Dentro de la historia cubana destaca la de los instrumentos
musicales, que datan desde comienzos de su fundación por los españoles.
No sólo los tambores fueron confeccionados por los afrocubanos y
criollos (que se utilizaron en las liturgias religiosas de los primeros
y en las orquestas populares de los segundos), también se halló que los
nativos ya tenían sus instrumentos.
Además del “Mayohuacán” – que es el tambor ahuecado
sin parches o membrana – y unas “olivas sonoras”, los “guamos o trompas
del caracol llamado Cobo (Strombus Gigans), así como silbatos de piedra
y cerámica y hasta una pequeña flauta hecha de un hueso de ave, destacó
la maraca.
Los historiadores señalan dos clasificaciones: la aborigen y la
cubana. De la de los indocubanos cuenta que está “formada por dos
tallos de magüey – así con diéresis – (planta, llamada también Pita),
adheridos, que contienen piedrecillas en su interior”. De la que nombra
cubana dice que “no es oriunda de Cuba, ya que pertenece a la familia
maraquera universal (…) Los indios antillanos las sonaban en sus
músicas”.
Las crónicas decían que las maracas “son unas güiras secas que
pueden ser ovaladas o redondas y se les agrega un mango para manejarlas
mejor. Cuando se preparan para sacarle un sonido fuerte y grave, se les
ponen dentro semillas de aceitunas, y cuando se quieren sonidos suaves
se les ponen dentro perdigones o semillas chicas”.
En las tribus taínas solamente la podía usar el behique, sacerdote o
médico hechicero, para ‘comunicarse con deidades que le traía
prosperidad’ “mucho tiempo después es que se usan como instrumentos
rítmicos en las orquestas típicas, siendo indispensables en las Rumbas,
Congas, Boleros y Guarachas (…) El sonido que se les debe de sacar es
igual al que llevan los timbales cuando se golpea por los lados”,
señalan los estudiosos.
Los primeros instrumentos musicales de la historia
El interés del hombre por la música se remonta a millones
de años atrás, hasta los primeros cavernícolas. El primer impulso que
les llevó a acercarse a los sonidos melódicos fue rítmico. Comenzaron a
crear música a partir de los elementos que tenían más a mano. Con las
piedras y los huesos elaboraron litófonos, unos instrumentos muy
parecidos a los xilófonos actuales. Todos estos datos se conocen
gracias a los restos arqueológicos y las pinturas rupestres,
básicamente.
2004/09/23
Si los primeros instrumentos musicales se remontan al
Paleolítico, significa que los Homo Sapiens Sapiens ya disponían de sus
propios utensilios sonoros para expresar el arte de la música. Nuestros
antepasados prehistóricos ya tocaban algunos instrumentos aunque sus
fines estuvieran alejados de los actuales. En su mayoría, su uso se
guardaba para las ceremonias de hechicería con objeto de aislar los
malos espíritus o pedir lluvia en períodos de sequía. Por otro lado,
los materiales que utilizaban para construir sus instrumentos eran de
origen vegetal y animal en un inicio. Más adelante usar la piedra, la
madera y el cuero.
A finales del Neolítico, nacen las primeras culturas bajo las
civilizaciones fluviales de Mesopotamia y Egipto. Éstas serán las
creadoras de instrumentos que, aunque perfeccionados, son utilizados
todavía hoy en día. Pronto, las civilizaciones asiáticas de Persia,
India y China añadirán su granito de arena a los primeros instrumentos
de la historia, sin olvidar, por supuesto, la Grecia clásica.
Los instrumentos más primitivos son el resultado de querer producir
efectos sonoros utilizando para ello instrumentos de percusión. El
sonajero, construido a base de llenar con semillas o bolitas de
arcillas una calabaza vacía, es de los más antiguos. Este instrumento
del Neolítico tenía un gran uso en sesiones de hechicería o en
ceremonias religiosas y además de una calabaza se podía utilizar
cualquier base, como una cáscara de coco, que diera lugar a ese ruido
característico de una maraca, quizás el ejemplo más claro de sonajero
que se propagará por Egipto, la India y estará presente en Grecia.
Otro instrumento rey de la percusión en esos inicios de la historia
de los instrumentos es el crótalo. Considerado el antecesor de las
castañuelas, estaba compuesto por dos tablillas alargadas de madera o
de marfil, y unidas por la base. Estos platillos tan antiguos ya
aparecen pintados en los numerosos bajorrelieves que han llegado hasta
nosotros y que corresponden a las civilizaciones mesopotámica y egipcia.
De la antigua China, nos han llegado las campanas, un instrumento
musical que data del primer milenio a. de C. y aunque las más
corrientes son las de metal también encontramos campanas fabricadas con
madera o con caparazones de tortuga. La mayoría de estos instrumentos
prematuros tenían una función mágico-religiosa y el tambor fue uno de
ellos. Sus inicios deben buscarse también en el Neolítico y los
primeros tambores estaban hechos con una calabaza, pero pronto se
utilizó la piel tensada como membrana y como base, tierra cocida o
madera.
La flauta, desde siempre atribuida a fines mágicos, ha acompañado
musicalmente a la mayoría de los pueblos de los tiempos más remotos.
Hecha de metal, de bambú o de cuerno de animal, cada civilización ha
diseñado su modelo y hasta en nuestros días existe una gran variedad de
flautas. Otro instrumento de viento, el clarinete, le debe sus orígenes
a los egipcios, donde el formato doble, constituido por dos tubos con
lengüeta que sonaba al unísono, tuvo un gran éxito y no tardó en
propagarse por la cultura árabe y, más tarde, por Europa.
De los instrumentos de cuerda que vagaron por la historia del mundo
antiguo, encontramos el arpa. Deriva directamente del arco musical que
fue el precedente del arco de caza. Por eso, las primeras arpas eran
arqueadas y dieron lugar, más adelante, al arpa angular, importada por
el pueblo asirio a Mesopotamia. Al igual que el arpa, la lira hace su
acto de aparición en Mesopotamia.
Todas las civilizaciones que datan de antes de nuestra era, no han
hecho más que perfeccionar, siglo tras siglo, estos instrumentos
musicales históricos a los que la música les debe parte de su vida.
Flechas, hachas o piedras servían al hombre primitivo para producir so- nidos.
El
hombre primitivo descubrió que con los objetos que le rodeaban podía
hacer sonidos. Utensilios, como silbatos de hueso o flautas de caña, se
han encontrados en excavaciones arqueológicas y reflejan que los
instrumentos musicales tienen miles de años.
Los primeros instrumentos musicales pudieron ser objetos que adornaban a los danzantes que bailaban en las ceremonias (como cascabeles formados por semillas, huesos de frutas, piedras pequeñas, conchas, huesos, etc...) y así hacer sonidos que les protejan de ciertos fenómenos naturales, para festejar los ritos, ahuyentar a los malos espíritus, etc...
Más
tarde, los griegos también utilizaron instrumentos para hacer música y
celebrar juegos deportivos, los egipcios empleaban arpas y flautas para
las orquestas y en China, por el año 3.000 a. C, se fabricó la primera
flauta de bambú.
Todo esto es muy interesante espero lo lean de verdad
Gracias
2 comentarios:
Hi Patty,
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I love it!
I think very interesting, creative.
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hugs,
Natercia (waste page)
muy buena informacion me agrado mucho y ayuda a conocer sobre la antiguedad de la musica
chaooo muchas gracias
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